

EL AYUNTAMIENTO
Fue en 1963 cuando se hacían las capitulas para la Casa Concegil, cuyo edificio, demolido hace años, se construyó con ladrillo macizo cocido, maderas, piedra rodada, cal, yeso y mortero. Situado en la Plaza de los Fueros, en 1929 encontrábamos a su derecha la casa de Don Martín López Vailo, de espaldas a la izquierda la calle Carnicerías y de frente con la plaza.
Contaba con seis arcos que daban luz y entrada a un amplio soportal corrido. Estaba constituido por la planta baja, primer piso y altos, en la fachada se podía ver una hilera de más de 16 ventanales terminados en arco de medio punto en dobladura y ocupando un terreno de 249 metro cuadrados. En sus dependencias contaba con salas de actos municipales, oficinas públicas, juzgado, habitación del alguacil-alcaide y depósito municipal.
Actualmente el Ayuntamiento ha quedado instalado en la antigua casa sindical, formando toda la manzana un conjunto compuesto por las Escuelas Municipales y el Ayuntamiento.
EL HOSPITAL
Se dispone de documentación sobre el mismo a partir del siglo XVIII momento en el que aparecen los libros de cuentas. Fue creado por una fundación particular y hasta 1764 estuvo regido por una Cofradía, pasando, a partir de esa fecha a una Junta Local de Beneficencia. Con el paso de los años su patrimonio fue en aumento gracias a las donaciones y el dinero. En 1925, por poner un ejemplo, los bienes propios eran, aparte del edificio, una finca en las Sardas de 50 robadas y 15 almutadas, un campo de regadío de 20 áreas y 20 centiáreas, una era para trillar de 10 áreas, un campo en el Monte de San Juan de 23 áreas y otros dos campos más en el mismo término.
El hospital estuvo localizado en dos edificaciones diferentes, el primero se situó en la casa que hacía esquina con las calles Portal y Cuesta del Río y el segundo se levantó entre 1894 y 1895 en la calle Mayor. La Congregación de las Hijas de la Cruz atendió el Hospital desde el siglo pasado hasta su desaparición en los años 60, aunque en el lugar siguieron con escuela hasta 1970 aproximadamente.

EL PALACIO
Perteneció al Marqués del Amparo, don Manuel Mencos y Manso de Zúñiga, oficial de la guardia real de infantería, en 1832, en Cataluña. En 1845 el Ayuntamiento vendía “El Montecillo” a la familia Guendulain, al Señor Conde de Guendulain, Marqués de la Real Defensa.
El caserón-palacio, blasonado con el escudo de armas de la familia, todavía permanece en pie aunque en deficiente estado, pues parece abandonado.
El otro palacio de la familia está en la misma villa y daba antiguamente frente a la puerta de entrada principal de la parroquia. Es la conocida CASA DE LOS CARRILLO.
El palacio fue vendido para construir viviendas en su interior pero conserva íntegramente su estructura externa. Es un caserón construido con macizo cara vista. El nombre de Carrillo le viene por haber sido la última familia de solera que la poseyó íntegramente.
IGLESIA PARROQUIAL NUESTRA SEÑORA DE LOS ABADES























La iglesia de Nuestra Señora de los Abades de Milagro es una edificación gótico- renacentista construida a partir de 1581 por los canteros Juan José de Gabadi y Martín de Peñarrieta, siguiendo un proyecto del maestro cantero asentado en Viana Amador de Segura, que puede relacionarse con otras iglesias de la zona, como las de Azagra, Arguedas o Caparroso.
Debió haber sustituido a otra iglesia de época anterior sobre la que no se tiene referencia y que perteneció a la Abadía de Montearagón. Este castillo-abadía está situado en la localidad oscense de Quicena y fue fundado por el rey Sancho Ramírez de Aragón y de Pamplona en 1085. Este rey le incorporó 16 iglesias navarras en 1093, agrupadas en 3 prioratos (Funes, Larraga y Ujué), entre las que se encontraba la de Milagro. Al estallar el cisma de Occidente, el obispo de Pamplona se adhirió al papa de Aviñón, mientras que los prelados aragoneses lo hicieron al de Roma, circunstancia que aprovechó aquel para recuperar las iglesias pertenecientes a Montearagón (sentencia de 1385).
Presenta planta de una gran nave espaciosa de tres tramos (el de los pies fue añadido en 1946, según proyecto de Francisco Garraus) más el crucero, con los brazos que no sobresalen del perímetro del templo, cabecera pentagonal y capillas laterales dispuestas entre los contrafuertes, salvo en el tramo nuevo. Sobre la nave se extiende una ornamental bóveda estrellada de cuatro tramos. Las capillas laterales se cubren a igual altura que la nave con bóvedas estrelladas, comunicándose unas con otras a través de arcos de medio punto. El coro se levanta a los pies de la nave sobre un arco rebajado, ocupando el tramo nuevo y la mitad de uno antiguo.
La interesante sacristía, de estilo barroco, es de principios del siglo XVIII y queda adosada a la cabecera por el lado de la Epístola. Presenta planta cuadrada y se cubre con cuatro bóvedas de aristas de cuyo centro cuelga un pinjante con un niño adosado, una solución utilizada en algunos palacios como cubrición de escaleras.
Al exterior los muros son de ladrillo con contrafuertes en la cabecera poligonal. La torre es contemporánea de la iglesia y se levanta a los pies, del lado de la Epístola. En el siglo XIX se construyó un nuevo cuerpo, octógono irregular, que pasó a ser el campanario.
Preside el templo un monumental retablo mayor cuyo estilo señala el paso del Manierismo al Barroco, de entre 1660-1670. Toda la escultura es propia de un primer momento del Barroco y mantiene su policromía original, aunque la mazonería ha sido repintada. En el banco, escenas de la Adoración de los Pastores y la Epifanía entre pedestales con las imágenes de los Evangelistas. En el primer nivel, la Estigmatización de san Francisco de Asís y el Milagro de la burra de san Antonio. En el segundo nivel la Visitación y la Anunciación que flanquean la talla de Nuestra Señora de los Abades, una Virgen en pie que lleva al Niño en brazos. Sirve de pedestal un friso con las cuatro Virtudes. En el ático, un Calvario entre las tallas de san Sebastián y santa Catalina y rematando el conjunto, el Padre Eterno. El sagrario es moderno.
En la capilla del crucero, del lado del Evangelio, se encuentra un retablo barroco de san Blas, de finales del siglo XVII. El banco lo ocupan dos lienzos dedicados a san Blas que narran dos de sus milagros. La iglesia dispone de dos imágenes sedentes de san Blas, una de ellas moderna y otra antigua de pie.
En el lado de la Epístola, un retablo dedicado al Sagrado Corazón, de principios del siglo XX, con una imagen moderna del titular. El lienzo de la Inmaculada del ático es del siglo XVII.
A los pies de la nave se emplaza una monumental pila bautismal, contemporánea de la iglesia, del siglo XVI. Frente a ella, cuelga un Cristo Crucificado de estilo romanista de principios del siglo XVII.
En la sacristía, de principios del siglo XVIII, se encuentra introducida en una arcada una fuente de alabastro barroca del siglo XVIII, con un enorme mascarón entre animales monstruosos. La taza es una pila de agua bendita del siglo XVI.
Los nichales de los muros de la sacristía los ocupan unos lienzos barrocos, del siglo XVIII, que representan a los cuatro Padres de la iglesia latina: san Agustín, san Jerónimo, san Gregorio y san Ambrosio. Preside la estancia un Cristo Crucificado romanista de principios del siglo XVII.
En unas dependencias parroquiales se conservan algunas pinturas y esculturas, así como varios pasos de Semana Santa de estilo barroco, dos de finales del siglo XVII (Cristo a la Columna y el Ecce-Homo de vestir) y un Santo Entierro del siglo XVIII. Se conserva también una pequeña imagen de la Dolorosa.
En el Museo Diocesano de Pamplona se guarda una talla barroca de la Inmaculada del siglo XVII procedente de Milagro.
Referencias:
- Portal de Archivos Españoles (PARES). Ministerio de Cultura y Deporte.
- Atlas del Patrimonio Histórico-Cultural. Fundación Lebrel Blanco.
BIBLIOTECA PÚBLICA
Creada por acuerdo de la Diputación Foral de Navarra el 23 de Junio de 1977, siendo la primera y única bibliotecaria la Señora María Carmen Pérez Fernández, nombrada el 30 de Junio de 1978.
El local estaba situado en el edificio conocido como las “Escuelas Viejas” (actualmente esta en el edificio de la Casa de Cultura) y que fue cedido para ello por el Excelentísimo Ayuntamiento de la Villa de Milagro; se inauguró y bendijo con la asistencia de autoridades civiles y religiosas de la localidad el 3 se Septiembre de 1978, festividad de San Blas.
El 3 de Octubre de 1978 se abría al público con una capacidad de 52 plazas con sus mesas y sillas y con un fondo de 1920 libros catalogados. Forma parte de la Red de Bibliotecas de Navarra.
CASINO MILAGRÉS
La sociedad se fundó aproximadamente hace 80 años, tuvo café, sala de juego, bailes festivos, cine y demás actos dedicados a la diversión y el entretenimiento, al trasladarse al actual emplazamiento cedieron el antiguo local a la parroquia la cual, posteriormente lo entregaría al Ayuntamiento.
GRAN CASINO: Nació como derivación del anterior debido a cuestiones de tipo social. A raíz de esta situación, un grupo de socios decidió crear otro casino, bajo la presidencia de don Isidro Lebrero Martínez, se fundo en 1964 con los mismos fines que el de San Blas. En un principio los 60 socios pagaban 200 pesetas mensuales de cuota, esta situado en la calle Dos de Agosto, siendo un local a renta.
INSTITUCIÓN ESCLAVAS MISIONERAS DE JESÚS
La idea surgió del entonces párroco de Milagro, don Quintín Huirte y de la hermana María Teresa Azpiroz Castellnou. El 22 de Agosto de 1946 el párroco obtuvo la aprobación y bendición de la misma.
El 11 de Octubre de 1954 las cinco primeras monjas hicieron la entrada en la institución, el 21 de Diciembre de 1954 se inauguró oficialmente el edificio con la asistencia del Arzobispado de Pamplona, Don Enrique Gómez Delgado y 40 sacerdotes más.
En Octubre de 1977 salieron las primera misioneras para Ruanda y es en Rugoso (lugar de Ruanda) donde instituyeron un centro sanitario compuesto por un pequeño hospital, maternidad y dispensario. Obtenían recursos para su mantenimiento de una granja y una huerta de unos 20.000 metro cuadrados.
ATALAYA DE MILAGRO
En el año 1098, cuando Tudela era todavía una plaza fuerte musulmana, el rey Pedro I, hijo de Sancho Ramírez, hizo construir la atalaya de Milagro, para poder desde allí vigilar el recinto tudelano, que no tardaría muchos años en caer en poder de los cristianos. El rey puso por nombre a aquella posición fortificada Miráculo, es decir Mirador.
Los vestigios que en la actualidad subsisten del antiguo castillo están situados en una elevación que domina el pueblo, y por dos de sus lados son prácticamente inaccesibles, ya que se hallan situados en un escarpe de unos 60 metros sobre el río Aragón.
BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DEL PATROCINIO
Está documentada a mediados del siglo XVII, de estilo barroco muy sobrio, ha sufrido varias obras de restauración. En 1964 el arquitecto Don Enrique Delso tenía en estudio un nuevo templo en el solar que quedara al derribar la ermita pero la Institución Príncipe de Viana, de la Diputación Foral, comunicó que por su valor histórico, artístico y estético no debía ser demolida y que se encargaría de iniciar los trámites de la restauración.
La Basílica de Nuestra Señora del Patrocinio es una muestra excepcional en el panorama de la arquitectura barroca navarra y, por sus atrevimientos arquitectónicos, sólo admite parangón con la iglesia de la Enseñanza de Tudela.
LA CASA DE LOS CARRILLO
La Casa de los Carrillo fue mandada construir por el Maestre de Campo Don Joseph García de Salcedo en 1684.
Don Joseph García de Salcedo nació en la Villa de Milagro y fue bautizado en la Parroquia de Santa María de los Abades el 7 de enero de 1629. Fue Caballero de la Orden de Santiago, General de Artillería, Gobernador y Capitán General de la Nueva Vizcaya (hoy parte de México) y Castellano del Castillo de Pamplona. Estuvo casado con Doña Florencia García de Santayana y Velasco. El matrimonio creó el 20 de enero de 1684 la Fundación García de Salcedo, otorgando testamento de hermandad.
El mayorazgo de García de Salcedo fue fundado en su hijo mayor, Don Francisco García de Salcedo Santayana y Velasco, falleció sin descendencia por lo que le sucedió en el mayorazgo su hermano Don Manuel García de Salcedo y Santayana, al cual al igual que su hermano falleció sin descendencia por lo que en 1721 pasó a ser poseedora del mayorazgo su hermana Doña Paula García de Salcedo y Santayana, ésta también falleció sin descedencia por lo que sucede su hermana, Doña Rosa García de Salcedo y Santayana, tampoco tuvo descendencia por lo que sucede en el mayorazgo y sus bienes Don Juan Antonio de Eslava Berrio y García de Salcedo, hijo de Doña Josefa García de Salcedo Santayana y, por tanto, nieto del fundador. Contrae matrimonio con Doña María Teresa Iñiguez de Abarca, Condesa del Fresno de la Fuente. De este matrimonio nacen cuatro hijas, siendo la heredera Doña Ana Francisca de Eslava Iñiguez de Abarca y García de Salcedo, la cual contrae matrimonio con Don Gaspar de Eslava y Monzón. Del matrimonio se conocen dos hijas, sucediendo la primogénita Doña María Magdalena de Eslava y Eslava, Monzón, Iñiguez de Abarca, Lasaga y García de Salcedo, la cual en 1770 contrae matrimonio con Don José Joaquín Mencos, Areízaga, Ayanz de Navarra y Arbizu, VI Conde de Guenduláin. A consecuencia de este matrimonio el apellido y mayorazgo de García de Salcedo de Milagro entra en la casa de Guenduláin, una de las más ilustres de Navarra.
Existe un proceso ante el Real Consejo de Navarra iniciado en 1811 por Don José Joaquín Mencos Areízaga, VI Conde de Guenduláin, contra la Villa de Milagro, solicitando una indemnización de 5.204 reales y 19 maravedíes de plata, ya que las tropas francesas de ocupación utilizaron a su paso por la Villa de Milagro, exclusivamente la casa principal del mayorazgo que poseía su mujer. En el proceso se describen los daños que sufrió la casa, incluyendo la destrucción de unos lagos o edificación con dos alturas en la fachada de la calle Mayor. Dicha demolición fue causa, probablemente, del debilitamiento del muro que daba a la antigua casa parroquial y que, a principios de este siglo, fué sustituido por bloques de hormigón, lo que indudablemente garantizó la conservación de la casa hasta nuestros días.
El último poseedor del mayorazgo hijo de los anteriores fue Don Joaquín María de Mencos y Eslava, VII Conde de Guenduláin, nacido en 1771, el cual en 1798 contrae matrimonio con Doña Manuela María Manso de Zúñiga Areízaga.
La casa principal de la Fundación García de Salcedo permaneció en la familia Mencos hasta el primer cuarto del siglo XX en que fue vendida a Don Fernando Carrillo de Albornoz y Rivera quien realizó grandes obras de consolidación y reforma. A la muerte de Don Fernando, la casa quedó dividida en dos, siendo los actuales propietarios Doña Almudena y Doña Pilar Allo Carrillo de Albornoz y la nueva Fundación García de Salcedo.
Datos aportados por Don Javier Otero de Navascués Domínguez, Presidente de la Fundación García de Salcedo.
LA CASA DEL CUADRADO
Es otra de las mansiones nobles que existen en Milagro, llama la atención el hecho de que no ha sido modificada, por lo menos sustancialmente, en su construcción y distribución primitiva.
Fue levantada en el siglo XVII por un noble que fue Virrey en el Perú y un canónigo, ambos hermanos. Construida también en ladrillo macizo, cocido, no tiene escudo en su fachada. Se sabe que en el siglo pasado su dueño era don Miguel Antonio Cunchillos, magistrado de la Audiencia de Pamplona.